viernes, 14 de noviembre de 2008

El sufrimiento ofrecido para las misiones

Ada tiene 54 años, esta casa desde hace 24 con Edgar. Tuvo Poliomielitis a los 23 meses, 10 operaciones derivadas de su enfermedad. Hace 6 años fue operada de cáncer de mamas. Pertenece a la parroquia San Saturnio y San Judas Tadeo de Buenos Aires. Desde el 2007 es miembro de la Unión de Enfermos y Ancianos Misioneros (U.E.A.M.) Transcribimos el reportaje que le realizaron para la revista Iglesia Misionera Hoy Nº 475 Octubre 2008.

Ada gracias por tu testimonio.













¿Cuánto hace que tenes problemas de salud?

A los 23 meses de vida tuve poliomielitis, debido a ella fui operada diez veces. Además hace 6 años me operaron de cáncer de mamas.

¿En tu infancia y adolescencia eras una chica de fe?

Sí. Siempre fui de mucha fe.

¿Cómo viviste tu enfermedad de niña?

La viví con fe, en el sentido de que siempre tenía esperanza de estar mejor. A partir de que tome la comunión, comencé un encuentro muy cercano a Jesús y a tenerlo como un compañero. Yo lo viví desde mi niñez como mi amigo, mi compañero, el que me escuchaba siempre.

¿Cómo es tu relación con Dios desde la enfermedad?

Desde la enfermedad fue pedirle, agradecerle y prometerle siempre que lo iba a seguir. Lo siento tan adentro mió, caminar con él, estar a su lado. Como que siempre estoy colgada de su manto, le tiro tanto, que a veces le digo, un día te lo voy a dejar sin nada porque a veces tengo mis momentos muy duro, ahora que soy más grande. Cuando uno es chico lo experimenta de otra manera, porque lo mió fue de chica, fue como una entrega, de que siempre me iba a ayudar. He pensado que la partida con Él va a ser fantástica.

¿Alguna vez estuviste enojada con Dios?

Sí. Estuve enojada cuando se enfermo de golpe mi papá, pero me enoje un ratito. Mi papá estuvo en coma 40 días, pero luego le dije “llevalo” porque va a estar mejor con vos que con nosotros. Ahí comprendí y se me paso el enojo.




¿Alguna vez habías pensado en ser misionera?

No. Nunca.

¿Cómo llegaste a asociarte a la UEAM?

Llegue a través de la parroquia. Cuando me lo propusieron me pareció sensacional.

¿Rezas por alguna misión en especial?

Rezo en general por todos y en particular rezo por la misión en Mozambique.

¿Qué le dirías a los que acompañan a enfermos y ancianos?

Yo le diría que es un gran apoyo que nosotros tenemos, que es importante, porque es una puesta que Jesús la manda desde el cielo. Seguir en la pobreza, la tristeza, en toda la lucha, es difícil, pero nosotros desde donde estamos podemos hacer mucho. Nos retroalimentamos mutuamente, en la misión tan fuerte y tan hermosa que Jesús nos ha puesto en el camino.

¿Queres agregar algo?

Me gustaría que sea más divulgado, que realmente se unan y se asocien. Siempre tenemos un enfermo o un anciano como vecino, en nuestra familia, en nuestra comunidad.

lunes, 27 de octubre de 2008

Una nueva salida por el barrio





El sábado 25 misionamos la zona de Av. Castañares, las calles Picheuta, Cachimayo, Avelino Diaz, Balbastro y los pasajes Caperucita, El Artesano y Monte Dinero. La misa la celebramos a las 18:00 hs en la ermita de la virgen que esta en Av. Castañares y Cachimayo. Participaron más de 70 personas de nuestra comunidad, de la comunidad de Santa Isabel de Hungria y del barrio. Sigamos pidiendo a Jesús que nos regale un corazón misionero.

miércoles, 22 de octubre de 2008

4º Semana Sacrifico misionero"


"Ahora me alegro de poder sufrir por ustedes, y completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24)


En esta semana se nos invita a ofrecer los pequeños sacrificios de nuestra vida, con alegría y humildad, para unirnos cada vez más y mejor a Jesucristo, "quien se entregó totalmente hasta la muerte y muerte en cruz".

El sacrificio misionero, es el acto de amor por el cual ofrecemos nuestro dolor, padecimiento, esfuerzos, asociados al sacrificio de Cristo en la cruz, para salvación de toda la humanidad. Ofrezcamos nuestros sacrificos por las misiones. (Meditar: Mt 6, 1-4. 16-18)


Oración: Padrenuestro - Ave María - Gloria

martes, 21 de octubre de 2008

Volvimos a salir por el barrio





Esta vez fuimos más y estuvo muy bueno. Anduvimos por la zona de Av. Centenera y Av Cruz. Mucha gente nos recibió y se bendicieron hogares, negocio y fabricas. La misa fue a las 18:00 en la plazoleta Homero Manzi, que esta ubicada en Av. Centenera y Av. Riestra. Concurrieron más de 80 personas. Que Dios nos siga acompañando y regalándonos un corazón misionero.





martes, 14 de octubre de 2008

3º Semana "Vocaciones para la Misión"


"La casecha es abundante, pero los trabajadores son poco. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha" (Lc 10, 2)


"Desde que llegué a la misión no tuve reposo, bauticé muchos niños y visité muchas aldeas; los cristianos nativos están privados de sacerdotes y no hay quien les enseñe a rezar" (De las cartas de San Francisco Javier en la misión en India)

Junto a Santa Teresita, San Francisco Javier es el patrono de las misiones. Debemos pedirle que crezca el número de vocaciones misioneras para la Iglesia. ¡Cuántas personas se pierden porque no hay quien muestre a Jesús! Francisco Javier nació hace 500 años. Pero la misión Ad Gentes es hoy todavía un desafío. Que no acabe nunca el ardor misionero. Por eso el Señor nos pide rogar a Dios que siga enviando trabajadores para la Iglesia. Sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos, todos estamos llamados a seguir el camino de Francisco Javier. (Meditar Mt 28, 19-20)


Oración: Padrenuestro - Ave María - Gloria

domingo, 12 de octubre de 2008

Misión en el barrio



El grupo que salio a misionar puerta apuerta en un sector de nuestro barrio el sábado 11:00 por la mañana y la misa fue a las 18:00 en la Pazoleta San Vicente de Paul en Av. Castañares y Puan. Se largo a llover ni bien terminamos la misa. Aunque la timbriada fue dificil fue gratificante.
Se bendijeron talleres y hogares, ahora el sábado 18 vamos a misionar otra parte del barrio, sería bueno que se sumen más, la misión (anuncio del Evangelio) es la razón de ser de la Iglesia. Nos vemos el sábado 18 a las 8:45 en la parroquia.

martes, 7 de octubre de 2008

2º Semana "Animación Misionera"



"Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe; y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! (1 Cor 9, 16)


San Pablo se animó y nos anima a los bautizados a predicar la Buena Noticia, la Palabra, con valentía, alegría y sin miedo. Dejó actuar la Gracia de Dios en su vida, de tal manera que se sintió necesitado de gritar "¡ay de mí!. Que sintamos este impulso misionero, no solamente en este mes de las misiones, sino que sea una necesidad constante. ¡Ay de nosotros si no sentimos la evangelización como una responsabilidad ineludible!. Que Jesús, el misionero del Padre, nos ayude a animarnos a misionar. (Meditar Lc 9, 57-62)


Oración: Padrenuestro - Ave María - Gloria

viernes, 3 de octubre de 2008

1º Semana "Compartir con los hermanos"



"Ustedes se distinguen en todo: en fe, en elocuencia, en ciencia, en toda clase de solicitud por los demás, y en el amor que nosotros les hemos comunicado, espero que también se distingan en generosidad" (2Cor 8, 7).


El apóstol Pablo felicita a la comunidad de Corinto, pero quiere que manifiesten la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por los demás. Es un llamado a la generosidad. El mismo llamado que recibimos de nuestros SEñor Jesucristo, a partir de nuestro bautismo: el darnos a los otros. Hagamos un acto de caridad con nuestro prójimo. Muchos hermanos esperan una mano que se extienda a compartir: ropa, comida, una ayuda económica, una visita, etc. Es parte de nuestra misión como comunidad. Hay más alegría en dar que en recibir. (Meditar 1 Cor 13)


Oración: Padrenuestro - Ave María - Gloria

Octubre Mes de las Misiones


“cada uno de nosotros es misionero por vocación”, porque “levamos ‘impreso en nuestro corazón’ la Buena Nueva que no nos pertenece y que no debemos, ni podemos callar o guardar egoístamente para nosotros”, considera que alcanza con “animarnos, con una gran confianza en Jesús, como lo hizo Santa Teresita, a contarle a todos que son amados por Dios, que Jesús nació y murió por amor a cada uno de nosotros, sin distinción de raza, color o nación, o situación social…”


La celebración del Octubre Misionero, ayuda a “volver a retomar el camino, a renovar nuestros compromisos como bautizados. Proporciona un espacio de reflexión en el que podemos afianzar nuestra pertenencia a la Iglesia, una Iglesia de ‘puertas abiertas’, capaz de acoger a todos, y sobre todo a quienes por cualquier motivo se sienten menos amados”.


“Es un mes para animarnos a mirar el mundo y comprometernos con el anuncio de la Buena Nueva; en particular a aquellos a quienes aún nadie les ha anunciado a Jesús. La misión ‘más allá de las fronteras’ -la misión ad gentes- esa misión que debiera urgirnos como cristianos, ‘ricos del amor de Dios’. Amor de Dios que todos tienen derecho a conocer y que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de transmitir”, subraya.


“Aprovechemos todos el mes de octubre: mes de las misiones, para revitalizar nuestra vocación misionera y para ‘salir de nosotros mismos’ e ir hacia todos; con nuestra oración y afecto primero, y también con nuestra disponibilidad para el anuncio de la Buena Nueva allí donde el Señor Jesús nos quiera enviar”.+

P. Osvaldo Leone - Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias

domingo, 21 de septiembre de 2008

JESUS Y EL DESARRAIGO II


Quien se decida por el seguimiento de Jesús debe saber que opta por una situación de carencia de toda protec­ción y apoyo:

"Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza" (Mt 8,20).

El llamado de Jesús para que sus discípulos adoptaran esta extraña forma de vida que El ya había abrazado antes tenía como motivación el anuncio de la inminente llegada del Reino de los Cielos (Mc 1,14-15): El tiempo fijado por Dios para la irrupción de su Reino en este mundo ya había llegado a su plenitud. El período actual de la historia tocaba a su fin, y ya se vislumbraba el comienzo de los tiempos escatológicos. El proceder de Jesús, y de los discípulos con Él, mostraba con los gestos, más que con las palabras, la precariedad de este orden existente. Ya no había espacio para instalarse en este mundo cuando todo debía desapare­cer para ceder su lugar al Reino que se iniciaba.

La total transformación que trae la llegada del Reino explica la radicalidad del llamado, que no admite medias tintas, como también la urgencia que no deja espacio para ninguna dila­ción. Así lo muestra la respuesta dada a aquel que pedía algún tiempo de espera hasta que sepultara a su padre (Mt 8,21-22; Lc 9,60) y la que se le dio a aquel otro que primero quería despedirse de su fami­lia:

"El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios" (Lc 9,62).

La Biblia contiene la Palabra de Dios profundamente enraiza­da en una historia. Los condicionamientos culturales de la predi­cación de Jesús exigen un especial tratamiento para no confundir lo esencial con aquello que pertenece al mundo de imágenes utili­zadas por los hombres de una época en un lugar determinado del mundo. Esto que se dice de toda la Sagrada Escritura vale de una manera muy especial cuando se trata de un caso como el presente, en el que se trata de lo escatológico y con frecuencia se recurre a imágenes y expresiones propias de la apocalíptica.

Las palabras y los gestos de Jesús muestran a los hombres que se está ante una irrupción de la acción de Dios en la historia humana. La humanidad entera se encuentra frente a Dios, que juzga el mundo de los hombres y quiere llevarlo hacia la realización plena de su plan: la salvación. Dios hace cielos nuevos y tierra nueva (ver Is 65,17; Apc 21,1-5), en los que solamente puede ingresar el hombre renovado.

Cuando se toma conciencia de lo que significa este aconteci­miento único, no queda lugar para postergaciones. El hombre debe optar por aceptar el plan de Dios, así como se revela en Jesucris­to, o permanecer anclado en el compromiso con el pecado y con las formas de vida que se originan o se conforman con ese pecado. Como en el caso de la mujer de Lot, cuando se destruye el mundo del pecado no es lícito mirar hacia atrás (ver Gn 19,26).

Ante la presencia de Jesucristo, que revela el plan originado en el amor salvador del Padre e invita a los hombres a entrar en él, todo es puesto en crisis. La misma existencia del cristiano, las estructuras dentro de las que se mueve, sus criterios, la perte­nencia familiar o nacio­nal, el uso de los bienes, todo debe ser sometido a crítica para que adquiera una nueva forma, que no es 'la forma del mundo'. El creyente debe transformarse interior­mente y renovar la menta­li­dad (Rom 12,2), hasta llegar a ser 'una nueva creación' (2Cor 5,17) por su pertenencia a Cristo. Pero esto trae como consecuencia que por su conducta y su catego­ría de valo­res se sentirá como ajeno en este mundo, así como se sienten los extran­jeros en una tierra que no es la propia.
El cristiano está llamado a vivir como extranjero, 'desarrai­gado' en este mundo, como un signo de la nueva creación que ya se hace presente. Viviendo ya por anticipado en los 'cielos nuevos y tierra nueva' mientras todavía permanece en este mundo, encuentra que el nombre de 'extranjero' es el que mejor le conviene y al que nunca debe renunciar.

Pbro. Luis Heriberto Rivas

jueves, 18 de septiembre de 2008

JESUS Y EL DESARRAIGO



La situación de desarraigo del hombre en el mundo se ilumina de una forma especial y adquiere un sentido completamente nuevo a la luz de la predicación de Nuestro Señor Jesucristo, que lleva al creyente a sentirse como 'extranjero' ante una realidad escatológica que ya se hace presente.

La situación del extranjero se caracteriza por una serie de condiciones que se pueden designar en su conjunto como 'desarrai­go'. Con este nombre se indica la carencia de los elementos que pueden dar estabilidad a una persona en una sociedad: como un tronco sin raíces no puede fijarse en el suelo, sino que está condenado a caer y a rodar, así también el hombre en un territorio extranjero. Hablar de desarraigo es hacer referencia a la carencia de un hogar propio, la falta de apoyo de familiares y amigos, el no tener bienes estables, a todo esto se agrega fre­cuen­temente la dificultad del manejo del idioma que se habla en el nuevo domici­lio, o la falta de familiaridad con las costumbres y normas de conducta.

La primera predicación de Jesús es un urgente llamado al hombre para que se coloque en una situación de desarraigo: abando­no del hogar, renuncia a la familia y a los bienes, opción por una vida itinerante. A los primeros discípulos los separó de su familia y de su tarea habitual:

"...ellos dejaron sus redes y lo siguieron..." "...y ellos, dejando en la barca a su padre Zebe­deo con los jornaleros, lo siguieron" (Mc 1,18.20).

El seguimiento de Jesús implica la renuncia a la familia:

"...permíteme antes que vaya a enterrar a mi padre. ... Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos" (Mt 8,21-22).
"Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo" (Lc 14,26).

miércoles, 13 de agosto de 2008

Para Recordar

La memoria religiosa no es un sector o parcela de la memoria, no es una galería destinada a museo sacro. Es la vida entera del hombre vista a una cierta luz, es memoria agradecida y contricta. Del recuerdo nacera la esperanza.


La memoria es el lugar de contemplación, ya que de Dios solo podemos ver su espalda, como Moisés y de sus palabras sólo alcanzamos a oír el eco. La memoria passionis obliga a los cristianos tanto a solidarizarse con el pueblo doliente como recuperar la voz extinguida de las víctimas del pasado. No hay comunidad sin memoria, ni memoria sin comunidad.


José María Cabodevilla, La memoria es un árbol, Ed. Paulinas, 1993.

sábado, 19 de julio de 2008

La ancianidad


La vejez es un proceso biológico irreversible, que se presenta durante la tercer o última etapa de la vida del ser humano; caracterizada por la manifestación de cambios psicológicos importantes que incluyen disminución de las facultades mentales, el deterioro de la capacidad física y motriz, sentimiento de inutilidad, falta de adaptación por la pérdida de autoestima, alteraciones, de tipo cardiovasculares, odontológicas, digestivas, auditivas, visuales, entre otros. En términos generales, se considera anciano a toda persona mayor de 60 años de edad, de acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La longevidad no es un problema, sino una etapa de la vida para la que hay que estar preparados física y emocionalmente, logrando así una vejez productiva, útil y activa. A través de la historia podemos observar que el papel del anciano dentro de la familia y la sociedad ha cambiado. Anteriormente él era jefe patriarca y máxima autoridad; hoy, el anciano, es sinónimo de "carga y estorbo" en la gran mayoría de los casos. Vivimos en una sociedad en donde el tiempo y las cifras son de gran valor, provocando así la indiferencia y exclusión hacia los ancianos. El mundo moderno no tolera la caducidad, se esfuerza por combatir al tiempo y renegar la vejez. Actualmente, la sociedad en la que vivimos insiste en utilizar la edad cronológica para muchos fines sociales y laborales, prefiriendo a la gente joven y relegando a los ancianos. El problema del "edadismo", designa una forma de discriminación ante el anciano a causa de su edad, que resulta ser tan peligrosa e infundada como el racismo y el sensismo. Frente a esto, el anciano de escasos recursos, confronta una doble problemática, ya que debido a su situación social, también es rechazado por su estatus socio económico. Con frecuencia nos topamos con la realidad desgarradora de que el anciano ni siquiera se dio cuenta de que envejeció; que no contó con la orientación, apoyo familiar y/o social para vivir más allá de los sesenta años de edad. Frente a esto, resulta necesario preparar a la sociedad para envejecer; así como revalorizar el papel de la ancianidad, queconstituye parte esencial de la historia, la familia y nuestro ser. La vejez es una etapa más de la vida que ofrece metas, triunfos y grandes satisfacciones. No podemos seguir asumiendo al longevo como una "carga" para la sociedad. Hoy debemos revertir ese esquema y considerar al anciano esencia de nuestra existencia

viernes, 11 de julio de 2008

El bien de los ancianos





Muchos de nuestros mayores han gastado su vida por el bien de su familia y de la comunidad, desde su lugar y vocación. Muchos son verdaderos discípulos misioneros de Jesús por su testimonio y sus obras. Merecen ser reconocidos como hijos e hijas de Dios, llamados a compartir la plenitud del amor, y a ser queridos, en particular, por la cruz de sus dolencias, la capacidad disminuida o la soledad... (AP 449)





El poder de Dios se puede revelar en la edad de ustedes, incluso cuando ésta se ve marcada por límites y dificultades. «Dios ha escogido lo que el mundo considera necio para confundir a los sabios; ha elegido lo que el mundo considera débil para confundir a los fuertes, lo que no es nada a los ojos del mundo para anular a quienes creen que son algo

miércoles, 11 de junio de 2008

Ansias de Libertad



Sería sordo y ciego quien esté ante un hombre, un pueblo y no perciba la aflicción o escuche el clamor de un corazón oprimido. Todo hombre conoce el bello sufrimiento (no siempre enfrentados) de ser un ahnelo, de existir, pero no estar aun en posesión de una plenitud, que aun no podemos definir, pero sabemos nos corresponde. Eso somos, un pobre soñador, consciente de nuestros límites, pero no pudiendo acallar nuestras ansias de libertad. Tan fuerte es este gemido que llego a los oídos de Dios. Cómo no lo va a escuchar si él mismo es quien nos regaló un corazón parecido al suyo. El sabe cuál es nuestro destino, sabe que implica sufrimiento, pero en su misteriosa sabiduría cree que aún así vale la pena y está dispuesto a compartir nuestra suerte, a involucrarse, para que nuestras ansias y ahnelos sean posibles.
Para emprender un camino de libertad no es suficiente querer liberarse de algo o de alguien, hace falta un motivo que cautive, que enamore, que sea capaz de absorber todo lo que implicará esa aventura, esa interperie. Solo un encuentro, solo la libertad de poder amar y ser amado, será capaz de sostener la marcha, de no claudicar ante la adversidad, y de no desesperar en los largos tiempos de espera y soledad.
(Padre manuel pascual)

viernes, 30 de mayo de 2008

Para pensar un ratito

La alegría del discípulo es antídoto frente a un mundo atemirizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio. La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe, que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con n uestras palabras y obras es nuestro gozo.
(Doc. Aparecida 29)
La naturaleza del diálogo entre Dios y el hombre es diferente de la del diálogo entre dos seres humanos. La imagen de un Dios que dirige su palabra al hombre, no oculta ni anula de ninguna manera la distancia abismal que separa al misterio de Dios de la criatura humana.
Para entrar en un verdadero diálogo con Dios al escuchar su palabra tenemos que evitar ambos extremos: el extremo de hacer nuestra la palabra de Dios haciéndole decir lo que nosotros queremos, sin ponernos en la actitud oyente de la Palabra, y el extremo de ver en la Palabra a un objeto a considerar y analizar, pero que no tiene una relación íntima con nuestra realidad creyente.
(Horacio Lona, ¿Qué es la espiritualidad bíblica?, Ed Claretiana, 2006, pag.21, 23)

sábado, 3 de mayo de 2008

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?


¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas la noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
“Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía”!
¡Y cuántas, hermosuras soberanas,
“Mañana le abriremos”, respondía,
para lo mismo responder mañana!

Lope de Vega




El tema, mil veces vivido por el poeta, tan proclive al desvío como al arrepentimiento, expone una de tantas situaciones de incomodidad interior, ante la sucesión de sus vivencias de hombre pecador que se sabe llamado por Dios, una y otra vez, a la conversión inaplazable. El enfoque comparativo destaca la amorosa y paciente espera silenciosa de Cristo, sujeto a todos los agravios que infiere la infidelidad, con tal de alcanzar al fin su atenta respuesta. En su espiritual desconsuelo, el poeta imagina la dureza de su indiferencia como la actitud de quien sabe a Jesús desamparado a la intemperie fría de la noche, sufriendo el relente tras la puerta, mientras se excusa una y otra vez, sin lograr desalentar por eso las esperanzas de Cristo. Por eso iniciará el poema preguntando ya a Jesús la razón por la que se empeña tanto en procurar su amistad: “¿Qué tengo yo?”, pregunta el poeta...

La supuesta presencia de Jesús apostado a la puerta, es una imagen asimilable a la que se expresa en la parábola evangélica del buen pastor...

Quienes han recorrido la biografía del genial poeta y dramaturgo, reconocen la sinceridad con que, en su soledad y vejes no siempre feliz, el escritor recurría a la plenitud expresiva del arte poético para confesar confuso por qué atrevidos recovecos se empeño en conducir su propia montura. La grandeza de su obra con que ha premiado al mundo entero, le redime no poco de sus desatenciones para con Dios y sus semejantes.


*Extraido de: “¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?”, Boletín de espiritualidad del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina Nº 213, Abril-Junio 2006, Pag. 46-47